Recupera tu bienestar


Recupera tu bienestar

La pieza de la semana

Tu salud es importante para ti

Apagar los motores no equivale a rendirse. Nadie da el 100 % en su oficina, mucho menos el 110 %. A veces escucho (o leo) que hay quienes piensan que si una persona no da el 100 %, alguien más lo hará. ¿A qué costo?

Hay personas que no se permiten respirar cinco minutos en soledad al día, ni dormir del todo, ni almorzar sin mirar correos. Viven atrapadas en el espejismo de la productividad infinita: ese ciclo que premia el hacer constante y castiga la pausa, tan necesaria en nuestros días, y así, mientras acumulan tareas, pierden algo más valioso: el bienestar emocional y la salud física.

Si alguna vez sentiste que tu cuerpo te gritaba lo que tu mente no quería aceptar, esta reflexión es para ti: no es normal vivir exhausto. No es normal necesitar vacaciones para poder vivir tu vida. No es normal olvidar cómo se siente el equilibrio.

No se trata de renunciar a lo que haces, sino de preguntarte desde dónde lo haces. Tal vez lo urgente no es terminar el pendiente, sino revisar el modelo mental con el que estás viviendo tu carrera.

Conexiones inesperadas

Trata tu energía como te tratarías a ti mismo.

En el capítulo de mi libro, “Esa lotería llamada sueldo” presento algo que entendí no hace mucho y que me acompaña desde entonces: el sueldo no es un premio, es un intercambio. Tiempo por dinero. Energía por capital.

Hubo un momento en mi vida en que trataba mi sueldo como un trofeo y lo gastaba sin pensar, como si compensara todo lo que sacrificaba. Hasta que me di cuenta de que mi bienestar era el verdadero costo oculto. Esa fue la señal que necesitaba para redefinir la ecuación ¿Te ha pasado algo parecido?

Caja de herramientas

Tu medidor de bienestar.

Haz una lista rápida: ¿qué cosas solías disfrutar que ya no haces por falta de energía? ¿Hace cuánto no terminas tu jornada sin agotamiento? ¿Estás eligiendo desde la plenitud o desde la urgencia?

Una herramienta útil es “tu medidor de bienestar”: esta semana, califica de 1 a 10 tu nivel de energía física, mental y emocional. Anota un hábito que te sube la energía y uno que la drena. Al finalizar la semana usa esa información para tomar decisiones conscientes, no impulsivas, que te lleven a vivir mejor. La productividad se trata de hacer más, mientras se vive mejor.

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