No todos aplauden tus sueños


No todos aplauden tus sueños

La pieza de la semana

No todos aplauden tus sueños

Si alguna vez sentiste que al contar algo que apreciabas en lugar de encender la fiesta, te apagaron la chispa, esta pieza es para ti. Lo que nadie te dice sobre contar tus planes, es que a veces, bien sea por emoción, euforia o por la más ingenua búsqueda de validación, quieres compartir ese nuevo proyecto, ese cambio que se avecina, ese sueño que se empieza a vislumbrar y lo que recibes no necesariamente es apoyo. A veces es silencio, una sonrisa tibia, un “ten cuidado con eso, yo lo intenté y no salió bien” o peor, alguien escucha eso y lo usa más adelante en tu contra.

En unos casos puede haber maldad, en otros, puede que simplemente no estén vibrando en tu frecuencia, y por eso es que no te celebran o no te apoyan. En todo caso, lo cierto es que no todos y no siempre, quienes te escuchan están listos para celebrar lo que tú estás listo para construir. Lo importante es que eso nada tiene que ver contigo, ni con tu valor, sino que tiene más que ver con la mirada del otro, con su propia historia, con sus propios miedos e imaginarios.

Hablar de tus planes no siempre te acerca a cumplirlos. En algunos entornos, hacerlo puede incluso restarte energía o abrirte a juicios innecesarios. Por eso, aprender a elegir a quién le compartes tus metas es también una forma de protegerlas.

Conexiones inesperadas

Que tus actos digan lo que tu boca guarda

Cuando escribí el capítulo “Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”, recordé varias veces en las que conté los míos con entusiasmo… y lo que recibí estuvo muy lejos de lo que esperaba. Aprendí que en el mundo corporativo, los sueños vuelan más alto que el apoyo que recibes y no siempre te rodean las personas con la mejor intención.

Con esto opté por dejar de ver el silencio como una falta de confianza, y empezar a verlo como una forma de cuidarme, de cuidar mis proyectos y de respetar mi energía. No todo lo que estamos construyendo necesita ser visible aún. Hay etapas del crecimiento que son como raíces: profundas, invisibles y esenciales.

Hoy comparto mis planes solamente con personas que sé que los abrazan como si fueran suyos, y déjame decirte, no a todos les comparto los mismos planes. He aprendido a sectorizar eso y los resultados son asombrosos. Esa selección, que aunque me tomó años, me llenó de motivos para estar donde estoy. No se trata de desconfiar de los demás, sino de confiar más en mi instinto y energía.

Caja de herramientas

El filtro de los tres "sí".

Imagina un filtro de agua. No todo lo que entra, pasa, y esto es así para que puedas tomarte lo más puro, lo que más te sirve. Ahora imagina un filtro para tus planes. No todos los oídos necesitan conocerlos.

Aquí tienes una herramienta sencilla: el “filtro de los tres sí”. Antes de compartir un objetivo laboral o personal, pregúntate “¿Esta persona…”

…ha demostrado estar genuinamente feliz por mis logros anteriormente?

…tiene una relación profesional o personal libre de competencia conmigo?

…ha sido leal a mis intereses anteriormente?

Si no respondes “sí” a las tres preguntas, entonces es mejor que tu plan esté en tu fuero interno.

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